lunes, 2 de mayo de 2011

Osama bin Laden

 Estoy viendo en los medios de comunicación el regocijo con el que se ha recibido en todo el mundo la muerte de bin Laden.  Esas multitudes en America echándose a la calle para gritar que "al fin se ha hecho justicia".  Comprendo esa alegría, comprendo que el dolor de las víctimas y sus familias se sienta aliviado por la muerte de ese asesino.   Pero esas manifestaciones de alegría me parecen obscenas.  Después de todo es una vida humana, y no podemos olvidar que la justicia se ha ejercido en una operación militar.  Porque si actuamos así ¿que nos diferencia de los asesinos cuando celebran la muerte de sus víctimas?  los proetarras brindando en los atentados sangrientos o los islamistas celebrando con alegria y quema de banderas americanas la caida de las torres...  ¿Que nos diferencia de todos ellos?  No puede ser el ojo por ojo y el diente por diente.   
A mi personalmente, la muerte de bin Laden me entristece por sus víctimas, por la manera que se ha llevado a cabo y por el fanatismo que puede llevar a unos hombres a convertirse en ese tipo de asesinos despiadados.  Pero ¿alegrarme? eso no puedo...

1 comentario :

Esther dijo...

Al dia siguiente de matar a Bin Laden entre en un Bar y habia varias personas en una tertulia, la mayoria cristianas y prácticantes. Una de ellas que se declara atea cuando les saludé me dijo: Esther hemos estado debatiendo sobre la muerte de Bin Laden que opinas tú. Yo le conteste: a mi me ha dado mucha pena y no estoy de acuerdo, imaginaros la cara que pusieron el resto, pués saben que soy creyente. La persona que me pregunto me sorrió y dijo veis como hay muchas personas que opinan lo mismo. Yo les dije que toda persona sea lo sea y haya hecho los que haya hecho aunque haya matado a tantas personas y haya hecho tanto daño y causado tanto sufrimiento; tiene derecho a ser juzgado pero no asesinado. Ademas les dije yo no soy quien para juzgar a nadie, de eso se encargara quien tiene ese poder.
Los cristianos muchas veces olvidamos como fué Jesucristo y como actuó, somos los que tenemos que dar ejemplo ante los demás, no debemos ser jueces ni verdugos.